OCCIDENTE NO ESTÁ EN PELIGRO…

Por Dr. Nelson Jorge Mosco Castellano

 La historia de Francia, Luis XVI y la Revolución Francesa es fundamental para entender no solo la historia de Francia sino también del mundo moderno. Luis XVI, considerado por muchos como demasiado reservado y carente de las aptitudes necesarias para ser rey, ascendió al trono en 1765 y se casó con María Antonieta en 1770. A pesar de sus intentos por implementar reformas financieras para calmar el descontento popular por el derroche real, tanto la nobleza como María Antonieta limitaron sus esfuerzos. La aristocracia y su esposa lo veían como un enemigo de sus privilegios. El 14 de julio de 1789 marcó un punto de no retorno cuando los ciudadanos de París, impulsados por la burguesía y cansados de los excesos de la realeza, tomaron La Bastilla y retuvieron a la familia real en las Tullerías. Tras intentar huir a Austria, Luis XVI fue capturado, despojado de sus títulos y ejecutado en 1793, proclamando así la República.

Este episodio histórico resuena hoy día, reflejando cómo políticos, empresarios y sindicalistas abusan de su poder y privilegios, creando una oligarquía que oprime al pueblo. La historia se repite cuando la casta dominante agota la sustentabilidad de quienes sostienen económicamente a la sociedad, llevando a descreimiento, violencia y revolución.

El endeudamiento se ha convertido en una forma predominante de gobernar, con un aumento constante del gasto público desde la Segunda Guerra Mundial. Este fenómeno ha llevado a niveles de deuda sin precedentes, ejemplificado por el endeudamiento de 2,3 trillones de dólares del gobierno estadounidense en doce meses hasta julio de 2023. La solución a menudo adoptada, la inflación, se presenta como un impuesto inconstitucional que diluye el valor del dinero, empeorando la situación para las generaciones futuras.

La crisis se agudiza cuando el pueblo se da cuenta de que su ingreso pierde valor frente a la inflación, llevando a un aumento de la pobreza y el descontento social. La historia de Luis XVI sirve como advertencia contra el abuso del recurso inflacionario, que finalmente rechaza la mayoría del pueblo.

En la actualidad, se observa un desaceleramiento en la producción de recursos, con políticas económicas que apuestan a un crecimiento nominal sin respaldo real, creando una trampa de deuda pública que solo sirve para aumentar el gasto a corto plazo, una situación anticipada por Keynes con su célebre frase: "...en el largo plazo todos estaremos muertos".

El fenómeno político contemporáneo, ejemplificado por el ascenso del libertarismo en Argentina, refleja un rechazo a los intentos de imponer reformas culturales y un sistema económico fallido que ha generado malestar social desde 2008. La manipulación de estadísticas, restricciones económicas y una pandemia global han exacerbado el declive socioeconómico, la desilusión con los partidos políticos y el individualismo, llevando a una demanda de cambio.

El libertarianismo ha emergido como una fuerza política popular en respuesta a la percepción de que el Estado se ha convertido en un agente de daño o incompetencia. La gente busca progreso y una vida mejor a través del trabajo, en lugar de depender de un Estado ineficaz. La experiencia negativa con el Estado ha llevado a muchos a cuestionar su eficacia y buscar soluciones fuera del ámbito gubernamental.

La política debe adaptarse a estas transformaciones, dejando de actuar en su propio interés y comenzar a servir realmente a la sociedad. La desconexión entre la política y las necesidades reales de la gente es evidente, y el término "casta" captura eficazmente esta brecha.

En conclusión, la decadencia de Occidente se atribuye a una clase política que ha olvidado que son meros inquilinos del poder, con la obligación de rendir cuentas a sus ciudadanos. La historia de Luis XVI y la Revolución Francesa sirve como un recordatorio potente de las consecuencias de ignorar las responsabilidades inherentes al poder y la importancia de priorizar la sustentabilidad y el bienestar del pueblo sobre los intereses de una élite privilegiada.

Fuente: Especial para OdH